20071029


necesito construirme un mundo, lanzar con mis dedos notas de violín agradables a tus oídos, en la noche, fría como el mar que tanto amo, muero si no puedo armar ahora mismo un universo de colores pastel con tal de que al momento que los mires no hagas más que sonreir con fuerza y quizás lágrimas, siento tantas ganas de poder dedicarte un poema, de poder mejorar mi tono de voz y meterme en tus oídos, en tu cerebro, en los terminales nerviosos de la alegría, de la euforia, mantener todo con ganas de saltar, de romper todo lo que haya en el mundo, de reir al destruir este sitio, que no es tan perfecto como debiera, que no me hace pleno para nada, no me hace pleno por que no me hablas, por que no sonríes, necesidad imperiosa de mezclar los sentidos de una maldita vez, de que la sinestesia deje de ser un truco barato del amante de la retórica. esa noche si que fue ideal, no podía dejar de mirar el cielo y pensar que tenía mucha suerte de que tu cabeza estuviera en otra parte y que mi mundo era el tuyo, de saber que al fin era yo el creador, el inventor de miradas profundas, [qué más da si no se repiten!] por un segundo sentí que ya la sinestesia era real, que un abrazo significaba un sabor agridulce, que ya la oscuridad no era tan aterradora. el miedo se había ido por que habíamos decidido que se fuera, ya no estaba, ya se había esfumado, no era parte de lo que creabamos con nuestros pasos. debo decirlo, es muy cobarde mi actitud, pensar que esa noche sería como una cigarra que muere al nacer, que la creación de mezclaba con su propio fín, que al crear destruía un poco más al quien dominaría ese reino, no hacer nada ahora para poder evitarlo. hoy eso me llena de pena. me provoca tanta pena...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

doy lo que puedo
y no tengo vergüenza
del sentimiento

Anónimo dijo...

amas a la icha y ella te ama a ti.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
cuando uno quiere reir, lo hace, dinámica del niño, egoísta.