20071024

día 2, saliendo de una riña en que la sangre fluía como fluye la maldad en el mundo, salgo al paseo esperando hallar una risa tuya como las de (pareciera) miles de años, cuando aún eras niña y no sabías lo que era la traición, no la encuentro, me voy, ni siquiera frustrado. doy un segundo paso, mi cuerpo se balancea al son de los autos, que son la sinfonía más disonante de todas, hermosa. me meto en tu cabeza, la analizo y no hay nada, solo aire remojado con vino. no hay nada más que inercia, movimientos por una fuerza ajena. solo tristeza, melancolía, quizás un poco de curiosidad, pero nada más. mi cabeza está casi igual, sigue sin tener conexión directa con el cuerpo, tal vez la gripe, tal vez el licor. me voy, ni siquiera frustrado, solo caminando, adentrándome en la verguenza de haber declarado algo que no es cierto. todo esto es muy enigmático, tan incierto. como el desconsuelo de alguien traicionado, como las posibles reacciones de alguien traicionado. como los rasguños de alguien traicionado. la vida está llena de esas cosas, tan hermosas, tan inestables. se caen ante el más mínimo roce. pues bien, me fuí y no volví más, era un lugar trágico para mí, ahí comenzó y terminó todo, en esa riña, con esa sangre salpicando mi rostro.

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cuando uno quiere reir, lo hace, dinámica del niño, egoísta.