busco que el mundo se haga a un lado, que los obstáculos se fundan con mi cuerpo al enfrentarlos, que ya no haya nada más que aire limpio, que ni siquiera un segundo ponga en duda mis principios, busco la paz, la tranquilidad, aunque para ello haya que cortar cabezas. cuando algo es tan infructuoso a veces la rendición acecha, el temor, la impotencia. intentando siempre volver la cabeza hacia el lado opuesto del sol, para que no queme mis ojos, siempre creyendo que en el suelo puedo ver más que hacia arriba. qué error tan ingenuo, pensar que la vida es dura es ingenuo, pensar que las cosas se diluyen al pasar por el frente ya roza la tontera. el mundo no se hace a un lado por muy fuerte que obliguemos al tiempo y al espacio para que se acople a nuestro ser. aún más en nuestra sociedad en la que el olor humano se cuela a través de la carne, se hace presente cada vez de manera más intensa, cada vez hay menor resistencia posible, cada vez no es posible la retirada. buscar la salida se vuelve complejo, casi imposible, pero hay esperanza por que nada es fácil, nada. hay en mí unas ganas de estar en plutón o talvez muerto, que se yo, algún modo de hacerme invisible. pero qué mariconada más grande sería llevar a cabo tal acto de cobardía!. tan lamentable. aún espero que la puerta se abra y llegue una brisa llena de olor a lavanda para que podamos ir, pasear, responder a ese llamado tan explícito. qué más cabe hacer ante la propuesta de la vida de llegar a una meta a cambio de hacer con uno lo que ella quiera?